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febrero 29, 2012

De esa "enfermería" que NO AVANZA

¿POR QUE NO AVANZA ENFERMERÍA?... No me ha dejado de revolotear en la cabeza una posible respuesta para esta pregunta.Y cuando pienso en ello, vienen a mi mente las imágenes de ciertas "académicas" de enfermeria de las universidades llenas de prejuicios consigo mismas y con la profesión; con complejos de inferioridad, que buscan sobresalir pisoteando a los demás, que en lugar de buscar el bien común para un gremio profesional; disfrutan aplastando los sueños e ideales de quienes apenas comienzan en esta disciplina. Cómo si tuvieran que defender su posición, su lugar. Se sienten amenazadas por quienes venimos  con ideas nuevas, innovadoras, con nuevos enfoques, con nuevas maneras de mirar el cuidado y repensar la salud de las poblaciones.
Es muy triste, de verdad, es muy triste ver como se roban  trabajos de investigación y los publican con su nombre, y van por ahi de congreso en congreso saludando con sombrero ajeno;  ver cómo acosan y hostigan alumnos con mayor capacidad que ellas para que se desmoralicen, para que no sigan intentando nada y se sometan a lo que ya está establecido por ellas mismas... 
De verdad que se necesita un espíritu de hierro, una voluntad humana inquebrantable para no sucumbir ante tantos intentos de demolición moral. ¿Qué no se supone que nuestros "maestros" están ahi para enseñarnos? ¿Por qué se empeñan en hacernos tontos? ¿Es tanto el temor que le tienen a ser opacadas? ¿Por qué en vez de aplastar a sus alumnos con capacidades, no se dedican a explotar las suyas propias? ¿Por qué tenemos que vernos a nosotros mismos como una amenaza?
Es muy triste.. Enserio... es muy triste.
Estoy triste, por ahora. Pero no han podido derribarme.  Se que no soy la única que piensa como yo. Y se que el tiempo me dará la razón...Esto apenas está comenzando.

febrero 05, 2012

IMPORTANCIA DE LA MEDICINA TRADICIONAL


Después de muchos años de poca atención hacia la importancia de la Medicina Tradicional Mexicana y sus recursos naturales, podemos encontrar ahora publicaciones tanto de índole científica como de difusión que reportan con entusiasmo las estadísticas sociales y económicas sobre el uso de plantas medicinales. Así encontramos señalamientos en donde aseguran que en 1996 las ventas de “medicamentos herbolarios” en 7 países de la Comunidad Europea alcanzaron más de 5 Mil millones de dólares.
Es importante señalar el aporte de las llamadas ciencias humanas (antropología, sociología, economía, historia...), quienes, por la naturaleza de sus objetos de estudio y metodologías de trabajo, ayudaron a que la medicina oficial o 
científica, demasiado arraigada en sus prácticas positivistas y racionalistas, terminara por reconocer el valor de una aproximación holística y más integral al estudio de los problemas y de la búsqueda de soluciones en salud. Especialmente, en el ámbito de la salud pública y de la medicina preventiva, el sistema médico oficial aprendió a valerse de una metodología de tipo ínter y transdisciplinario, que amplió su propia visión y reflexión sobre los problemas de salud individuales y colectivos. Lo anterior ha hecho posible que, con el paso de sólo unas décadas, la mayor parte de representantes de los sistemas de salud oficiales, deje de ver con desprecio y suficiencia las prácticas terapéuticas de los sistemas médicos populares y tradicionales y que, incluso, algunas prácticas médicas tradicionales y populares (acupuntura, homeopatía, plantas medicinales...) gocen de gran prestigio y reconocimiento científico en la actualidad.
Desde hace unos años la investigación de plantas medicinales ya no es vista como un folklore, sino, como una relevante actividad científica, ya que las plantas medicinales son una alternativa viable en el desarrollo de nuevas técnicas terapéuticas, en la obtención de nuevas moléculas bioactivas que se manifiesten en diferentes mecanismos de acción. En  el resurgimiento de la importancia de las plantas medicinales como fuente de potenciales terapéuticos,  son los países del primer mundo quienes invierten  grandes cantidades de dinero en la investigación farmacológica de plantas medicinales, obteniendo  la materia prima vegetal de los países tropicales generalmente en  desarrollo.
LA ORGANIZACIÓN MUNDIAL DE LA SALUD (OMS) reconoció la importancia de este recurso terapéutico y generó un programa de reconocimiento y promoción de la medicina herbolaria y en 1990 promovió una serie de recomendaciones para la regularización de los medicamentos herbolarios.
LA SECRETARIA DE SALUD EN MEXICO reconoce que muchas de las plantas medicinales ampliamente conocidas por la población, están siendo utilizadas como fitofármacos y que esta práctica cada día tiene mayor relevancia, por lo que  ha construido el marco para la regulación de estos productos (medicamentos herbolarios) para lo cual ha formado diversos instrumentos como la
PROPUESTA DEL NUEVO REGLAMENTO DE LA LEY  GENERAL DE SALUD en  materia de Control Sanitario de Actividades, Establecimientos, Productos  y Servicios en el cual se precisa la manera en que estos productos son tratados.  El nuevo reglamento reconoce tres tipos de medicamentos:


El químico farmacéutico                   
El homeopático                           
El herbolario
 
            El medicamento herbolario es paradójicamente un nuevo concepto  “Es el producto elaborado con material vegetal o algún derivado de éste, cuyo ingrediente principal es la parte aérea o subterránea de alguna planta o extractos o trituras así como: jugos, resinas, aceites grasos y esenciales presentados en forma farmacéutica. Su uso terapéutico está basado en el conocimiento tradicional o popular y su efectividad y seguridad están establecidas en  la literatura nacional como internacional”. 
 
El INSTITUTO MEXICANO DEL SEGURO SOCIAL fue la primera institución del Sector Salud en incorporar un cuerpo de investigadores para atender el estudio de La Medicina Tradicional Mexicana y especialmente la Herbolaria Mexicana desde un punto de vista científico. Desde 1981 incorporó en sus espacios y presupuesto al Centro de Investigación en Medicina Tradicional y Herbolaria, actualmente, Centro de Investigación y Desarrollo de Fitomedicamentos que se ubica en Xochitepec, Morelos. Hasta ahora es  el único Centro de Investigación en el país especializado en el estudio integral de las plantas medicinales que ha logrado -además de demostrar la utilidad farmacológica y aislar nuevas moléculas bioactivas en varias especies vegetales- la formación de investigadores en las áreas de la etnobotánica, la fitoquímica, la farmacología y la biotecnología de plantas medicinales. Desde 1998 en colaboración con la LA UNIVERSIDAD AUTONOMA DEL ESTADO DE MORELOS inició un programa de maestría, UNICO EN MEXICO, con especialidad en “Farmacología y Fitoquímica de plantas Medicinales”, que se encuentra orientado a la formación de cuadros especialistas que pudieran dar el apoyo científico y tecnológico para el desarrollo de los nuevos medicamentos herbolarios. Ha  logrado integrar la cadena de investigación necesaria para generar  las bases científicas para el desarrollo de la “Industria de la Planta Medicinal”.
 
LA SECRETARIA DE AGRICULTURA  Y DESARROLLO RURAL reconoce la importancia que el cultivo y producción de plantas medicinales tiene para el desarrollo del campo en México. Sabiendo que, viviendo en un país de pequeños agricultores y que el crecimiento de la población, la industrialización y la nueva tecnología, han disminuido dramáticamente los precios de los cultivos tradicionales como granos y cereales, deja fuera de competencia a estos  productores.
 
            El uso de plantas medicinales lejos de verse desplazado ha cobrado fuerza, es previsible un gran aumento de la demanda del medicamento herbolario. Se observa un creciente interés de los países desarrollados en los medicamentos de origen vegetal, se cuenta con un vasto y eficiente trabajo etnobotánico, la experiencia acumulada y el desarrollo de cuadros de especialistas nos permite proponer la formación de programas de posgrado, diplomados, maestrías y doctorados en plantas medicinales.

ALGUNOS ELEMENTOS DE LOS SISTEMAS MÉDICOS POPULARES Y TRADICIONALES
 Con el afán de permitir un acercamiento siquiera superficial a esta atiborrada oferta de sistemas médicos populares y tradicionales, quisiera describir algunas de sus expresiones más comunes en nuestra cultura mestiza. Estos elementos serán presentados en un orden creciente de complejidad, tal y como de forma habitual son más comúnmente demandados en nuestras ciudades y zonas campestres, aunque no necesariamente en ese orden.
 
 
A. ELEMENTOS CASEROS.
 
Se refiere a todos aquellos conocimientos y prácticas sencillas para el diagnóstico y manejo inicial de la enfermedad en el hogar. Aquí la cabeza de salud, es un adulto (abuela, madre, padre...) quien trata de definir la gravedad de la dolencia y la perentoriedad con la cual se debe recurrir a otro nivel de atención. En este nivel se recurre con frecuencia a la automedicación, al uso de plantas medicinales y de algunas prácticas simples de tipo paliativo (baños, aplicación de compresas}, a buen número de creencias y prácticas dietéticas (evitar ciertos alimentos "calientes" o "fríos"), ciertas medidas preventivas e higiénicas (no serenarse, no bañarse con agua fría), etc.
 
B. ELEMENTOS NATURISTICOS.
 
Se refiere a aquellos fenómenos que por su presentación no se consideran de orden sobrenatural y pueden ser corregidos por medio de algunas prácticas más especializadas de orden natural, algunas de ellas resultado de conocimientos largamente acumulados y que por lo tanto, permiten un importante grado de verificación y de objetividad científica. Entre los representantes de estas prácticas más prestigiosos entre nosotros tenemos:
 
1. Sobanderos o hueseros. Es un tipo de práctica con amplia distribución y acogida tanto en el campo como en las ciudades. Aunque es una práctica generalmente de tradición familiar, se dice que para ejercerla se requiere el "don" o "virtud" de reconocer y componer sólo con las manos todo tipo de traumatismos y problemas osteomusculares.
 
2. Parteras o comadronas. Reconocidas oficialmente en países desarrollados como Inglaterra, en Colombia, desde hace muchos años se ha tratado de capacitarlas y vigilar algunas prácticas riesgosas para la salud del bebé o la mamá. En zonas rurales de nuestro país cumplen aún una labor difícilmente sustituible.
 
3. Curanderos, yerbateros o botánicos. Otro grupo de practicantes ampliamente reconocido y distribuido por el mundo entero. Su saber, en la mayoría de los casos, es el fruto de tradiciones familiares y seculares que suman conocimientos que provienen de las más diversas fuentes y tradiciones. En los últimos años se han organizado en asociaciones que luchan por su reconocimiento oficial y en algunos caso se ha avanzado en la sistematización y normatización de su saber. Aunque su trabajo se basa principalmente en el conocimiento y el uso de plantas medicinales, también utilizan remedios de origen animal y mineral, drogas alopáticas, homeopáticas y otras, y en muchas ocasiones también recurren a elementos y rituales de contenido mágico-religioso (como es el caso de los raiceros del Chocó, algunos de los cuales han estudiado con jaibanás emberas).
 
4. Teguas. Son aquellas personas que, sin tener ningún título de estudios oficialmente reconocido, fundamentan su trabajo en la experiencia personal y en su formación autodidacta en práctica médicas y odontológicas facultativas. Algunos han iniciado su aprendizaje trabajando en algún tipo de institución de salud, lo que utilizan como una forma indirecta de acreditación. En general, trabajan por fuera de la ley, pero con una gran aceptación por parte de la comunidad, que en algunos casos los considera mejores que los mismos profesionales oficiales. No son aún pocas las circunstancias en las que se los persigue y acosa legalmente. En algunos casos, son teguas los farmacéutas, que están en condiciones de diagnosticar de palabra y formular a sus clientes. En nuestro país, hay famosos médicos y dentistas teguas, y no pocos veterinarios que hacen amplio uso de su profesión. En muchos casos, es preocupante el escaso rigor y objetividad con que realizan algunos procedimientos delicados o la forma irracional de formular medicamentos facultativos.
 
5. Naturistas. Este es un fenómeno básicamente urbano y relacionado con la cultura mundial de la llamada nueva era en la que se mezclan los temores milenaristas, la desconfianza en la supuesta agresión tecno-química, la añoranza de un orden natural y espiritual superior al humano, la sobrevaloración de la salud corporal y de la juventud, entre otras manifestaciones. No poco de su ímpetu se fundamenta en la globalización y en la apertura de nuevos mercados y de novedosas tecnologías de mercadeo. Aunque buena parte de sus cabezas representativas son médicos naturistas de formación académica y empírica, su presencia pujante se observa al rededor de las tiendas naturistas, los grupos ecológicos y los devotos de la agricultura orgánica, los centros médicos alternativos, etc.
 
C. ELEMENTOS MAGICO-RELIGIOSOS.
 
Aquí, tanto la etiología de la enfermedad como su tratamiento son de orden sobrenatural y tiene que ver con poderes mágicos agresivos y curativos, espíritus malignos y protectores, y otros agentes sobrenaturales y divinos. Aunque puede incluir algunos elementos naturales, sólo intervienen en su aspecto mágico (plantas y animales sagrados, fenómenos meteorológicos, astros, etc.). Reúne también una amplia y temida variedad de especialistas, entre los que sobresalen los siguientes:
 
1. Brujos o hechiceros. Aunque comparten características comunes con los chamanes indígenas, su saber y sus poderes más que representar y proteger una tradición cultural particular, son el producto de un sincretismo de tradiciones culturales diversas. Tienen el poder tanto de curar las enfermedades mágicas (maleficios, trabajos...), como de causarlas. Muy ampliamente, se reconocen dos grandes vertientes de acción: la magia negra y la blanca. En su origen, intervienen, entre nosotros, principalmente elementos provenientes de las culturas africanas y de las brujerías de la edad media y de la alquimia europeas.
 
2. Chamanes. La denominación proviene del nombre que en una comunidad siberiana se da a sus sacerdotes-curanderos-jefes, y se ha extrapolado para denominar a todas las cabezas médicas y religiosas de las comunidades indígenas, si bien el nombre propio y las funciones varían grandemente de comunidad a comunidad. No en pocas ocasiones, además de atender a su propia comunidad, es motivo de consultas por personas provenientes de otras comunidades y sectores sociales. En general se les atribuye un mayor poder mágico y más honestidad e integridad, que los brujos urbanos.
 
3. Espiritistas. Su labor diagnóstica y curativa la cumplen sirviendo como médium a diversos espíritus que se comunican a través de ellos en estados de trance. Muy famoso en nuestro medio, el espíritu del difunto médico venezolano José Gregorio Hernández quien, a través de numerosos médium en muchas ciudades y países, ha llevado a cabo innumerables curaciones milagrosas (sus seguidores, que buscan su canonización -ya es beato-, aseguran poseer la documentación adecuada para comprobar más de 10 000 curaciones milagrosas). Y también muy conocido el movimiento Espirita originario del Brasil, el cual propicia la formación de médiums que sirvan de vehículos para estas curaciones espirituales.
 
4. Mentalistas. Basan su poder en el "control mental" que les permite acumular y manejar el "magnetismo" o la "energía vital", que transmiten a sus pacientes con las manos o sus mentes para propiciar su curación. Nuestra más famosa mentalista es sin lugar a dudas Regina 11, quien tuvo a demás la capacidad de crear un movimiento político que la llevó hasta el senado.
 
5. Sanadores. Más que verdaderos especialistas, se consideran a sí mismos como intermediarios de la voluntad divina. Son personas, en muchos casos humildes, que participan con gran fervor y devoción de algún credo (sobre todo cristiano), y que por medio de su fe, su oración y la imposición de sus manos logran también que ocurran curaciones milagrosas. Muy cerca de los sanadores, está la devoción en los santos a cuyas reliquias e imágenes se les atribuye un poder curativo milagroso. Este fe ha sido, desde antes de la edad media, un rentable negocio para organizaciones religiosas y estafadores.
 
6. Ensalmadores o rezanderos. Su poder curativo está basado en el poder mágico de las palabras de ciertas oraciones, casi siempre secretas, que recitan en silencio o que mascullan al lado de sus pacientes humanos o animales. Los buscan para tratar dolencias específicas: parar hemorragias, sacar el "mal de ojo", quitar los gusanos o nuches, etc. Al parecer, su tradición se remonta a la conquista, cuando su saber llegó del continente europeo acompañando a las huestes españolas. Muy famoso en nuestro medio, el policía del municipio de la Estrella, cuyo prestigio se extiende más allá del departamento de Antioquia, que es además una buena mezcla de ensalmador, huesero y tegua.
 
7. La nueva espiritualidad. Otra expresión de la cultura de la llamada nueva era, con su actitud "light" y sus pretensiones de trascendencia. Aquí se agruparían numerosas sectas espirituales, algunas antiguas y otras de nuevo cuño, que ofrecen "salud" para el alma y la mente, con recursos extraterrestres, esoterismo, maestros ascendidos, geomancia, meditación, relajación, inciensos, velas, piedras y un sinnúmero más de subterfugios, para todos los gustos y necesidades. Aunque entre estas tendencias milenaristas se incluye algunas sectas con francas manifestaciones de sicopatología social, como los grupos satánicos, su amplia distribución y reconocimiento por los diversos sectores sociales invita a reflexionar sobre su significado y valor para los diversos grupos humanos.
 
D. ELEMENTOS MIXTOS
 
1. MEDICINAS ALTERNATIVAS. Aunque la mayor parte de  sus practicantes son profesionales egresados de las facultades del área de la salud oficialmente reconocidas, mucha parte de sus métodos y procedimientos terapéuticos provienen de sectores populares y tradiciones médicas propias y foráneas: el uso de plantas medicinales, sanaciones, rituales, masajes, acupuntura, etc., no todos validados científicamente. En este sentido, las medicinas alternativas o bioenergéticas como mejor se les conoce entre nosotros, no logran el estatus científico y por lo tanto, no se les reconoce de buen agrado a nivel académico. Hasta hace muy poco, su práctica, aunque ampliamente difundida, no gozaba de reconocimiento legal, el cual sólo permite su ejercicio a profesionales médicos. Aunque muchos de sus componentes tienen indiscutible eficacia terapéutica y un gran valor científico, las medicinas alternativas no logran aún un riguroso desarrollo clínico y experimental entre nosotros, indispensable para su validación universal.
 

febrero 04, 2012

¿Quién si y quién no?. Criterios de admisión a una unidad de cuidados intensivos.

La salud es un derecho humano y social. La constitución mexicana estipula en su artículo 4º que toda persona tiene derecho a la salud; y en el código de ética de enfermería se establece el respetar  y cuidar la vida siempre en apego a los derechos humanos. Sin embargo, dadas las condiciones socioeconómicas y políticas de nuestro país es un hecho que los servicios de salud se encuentran generalmente saturados, se cuenta con recursos humanos y materiales de cierta forma limitados, y en ocasiones las instalaciones físicas no son siempre lo que deberían ser.
Las salas de cuidado o terapia intensiva nacieron cómo modalidad asistencial a partir de la existencia del soporte vital aplicable para la sustitución o reemplazo de los diversos órganos, sistemas y funciones del paciente en estado crítico. Estas salas se constituyeron en “el área clínica hospitalaria de mayor seguridad para controlar la amenaza real o potencial de la muerte en medio de una enfermedad que recién comienza, durante la evolución de una ya conocida, o frente al riesgo derivado de la indicación de algún procedimiento médico o quirúrgico”.[1] Simultáneamente, este tipo de tratamiento permitió que emergiera un nuevo grupo de pacientes de alto riesgo, cuya supervivencia era imposible con anterioridad, y generó una serie de cuadros clínicos desconocidos hasta el momento. Consecuentemente esto replanteó problemas éticos  y administrativos acerca de quiénes deberían ser admitidos y quiénes no en una unidad de cuidados intensivos, para lo cual se han propuesto diversos criterios a seguir, los cuales se exponen a continuación.
¿Quién puede ser un paciente de UCI?
Un enfermo en estado crítico es aquel que presenta alteraciones vitales de uno o más órganos que ponen en peligro su vida y que ingresa a la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), para ser sometido a vigilancia, reanimación, mantenimiento de constantes vitales y tratamiento definitivo.
Existen diversos órdenes de criterios instituidos en los diversos hospitales del mundo. En el caso de México, la ley obliga a los profesionales a brindar atención según los requerimientos del paciente, por lo que legalmente estos criterios no pueden ser reconocidos abiertamente, sin embargo existen, y están presentes en un debate ético –y en ocasiones no tanto-  que podemos encontrar en diferentes publicaciones de las disciplinas de la salud, como por ejemplo, los propuestos por el Dr. Gerardo Valencia Nuñez  (2004) en el portal oficial de la Federación Mexicana de Anestesiología, A. C.[2] en los que menciona que:
"Las determinantes de admisión a la UCI son las alteraciones reales o potenciales de los sistemas fisiológicos mayores y no la naturaleza del padecimiento. Los factores determinantes de ingreso a la UCI son: Insuficiencia o inestabilidad de uno o más sistemas fisiológicos mayores, con un máximo de tres; alto riesgo-estabilidad en peligro de sistemas fisiológicos mayores y necesidad de cuidados especiales y/o especializados. "
En el caso de Colombia[3] y Bolivia[4] por mencionar algunos, los pacientes se dividen cómo de alta y baja prioridad, según sus posibilidades de recuperación.  Es decir, un paciente de alta prioridad es un paciente con una condición altamente reversible y que requiere una observación estrecha así como el manejo de terapéutica muy específica; mientras que un paciente de baja prioridad, sería un paciente con riesgo de requerir la terapia intensiva, con condiciones irreversibles e incapacitantes, o enfermedades terminales.

La Unidad de Cuidados Intensivos en perspectiva
Pero, ¿qué es lo que hace a una UCI tan especial? Estas áreas suelen ser sumamente costosas indiferentemente de que se hable del ámbito público o privado, la diferencia estriba en a cargo de quien corren estos gastos.
Una sala de terapia intensiva se caracteriza primero que nada, porque el personal que en ella labora cuenta con una amplia gama de conocimientos y experiencia que deben ser apropiadamente remunerados. A si mismo, los medicamentos suelen ser más caros, el uso de equipos tecnológicos de apoyo es más frecuente, constantemente son tomadas y  enviadas muestras a los laboratorios, se realizan interconsultas con otros médicos, etc.
Según la “Recomendación de la Asociación Internacional de Arquitectos (AIA)  2001 y modificaciones propuestas para las del 2006”, una unidad de terapia intensiva requiere cubrir las siguientes especificaciones de manera ideal: habitaciones individuales estándar con control de la luz solar y el ruido, habitaciones de aislamiento selladas con mecanismos de autocierre con doce cambios de aire por hora y una unidad especial para el manejo de la ropa sucia y los deshechos que emanen de esas habitaciones, control de enfermeras, clima, lavamanos quirúrgicos, gases medicinales, área de fallecidos, área para jefes del servicio (médicos y enfermeras), área para fallecidos, con rutas establecidas para el manejo de deshechos y ropa sucia de todo el servicio, planta propia de electricidad, sala de espera para información de los familiares, entre otras cosas.[6]

Un servicio privilegiado
A grosso modo podemos decir que los pacientes pueden ser aptos o no para ingresar a una terapia intensiva basándose en el nivel de inestabilidad general, y en sus posibilidades de recuperación.
A pesar de que todos pueden ser aceptados ya que la salud es un derecho universal por ser considerado un derecho humano; siempre tendrá mayor probabilidad de ser admitido  aquel paciente con mayor grado de inestabilidad, y mejor pronóstico en relación a algún paciente terminal o demasiado anciano.
La realidad de nuestro entorno nos obliga a tener que dar prioridad de un paciente a otro, dado que los servicios de salud no cuentan con una infraestructura y una superestructura proporcional a los usuarios del mismo, por lo que con frecuencia los médicos se ven en la necesidad de aplicar estos criterios que si bien están en discusión y no son abiertamente aceptados como tales, son parte de una realidad que no podemos ocultar, no únicamente en servicios tan celosos como lo es una terapia intensiva, si no en general, en todo el hospital, dado que un día de hospitalización genera gastos importantes para las instituciones y por lo tanto, se piensa en “invertir estos gastos de la mejor manera”.  Personalmente  pienso que esta visión tan “administrativa” contribuye de alguna forma a la  deshumanización del actual sistema de salud; sin embargo, la única solución que vislumbro dado que la población aumenta y los recursos humanos y materiales hospitalarios escasean, es la descentralización de los servicios hospitalarios, es decir,  la capacitación del profesional de enfermería en atención domiciliaria real y de calidad que incluya a la familia en el cuidado del paciente, para así ahorrar recursos y reservar los espacios privilegiados como la UCI a pacientes que requieran indispensablemente de este servicio.
En conclusión mis propuestas serían en concreto:
  • Establecer unidades de atención a pacientes críticos en estado terminal.
  • Aplicación de programas de atención domiciliaria en pacientes agudos o crónicos en condiciones estables para facilitar el ahorro de recursos (gastos de cocina, lavandería, electricidad, etc.
  •  Adaptar las áreas físicas de las UCI a las recomendaciones emitidas por la AIA en la medida de lo posible.


Unidad de Cuidados Intensivos
                                    

[1] GHERARDI, Carlos, CHAVES, Miguel, CAPDEVILA, Abelardo et al. La muerte en un servicio de terapia intensiva: Influencia de la abstención y retiro del soporte vital. Medicina (B. Aires).
[2] http://tdi-studio.com/clientes/fma/publicaciones/boletin/vol2/5/documentos/15.html
[3] Criterios de ingreso a UCI. Comité Cuidado Crítico: Sociedad Colombiana de Neumología. Revista Colombiana de Neumología. [online] Consultado en: 20/08/08. Disponible en: http://encolombia.com/medicina/neumologia/neum134-01criterios.htm
[4] Unidad de Cuidados Intensivos Hospital Univalle. [online] Consultado en: 20/08/08 Disponible en:  http://www.univalle.edu/publicaciones/revista_salud/revista05/pagina13.htm
[5] Santos Milanés, H., López Medina, O. y Santos Perez, H. Nuevos conceptos en los diseños de las unidades de cuidados intensivos pediátricos. Cuba. Online. consultado 21/08/08 disponible en: http://www.eccpn.aibarra.org/temario/seccion10/capitulo173/capitulo173.htm
[6] Idem.

febrero 01, 2012

¿Por qué estudiar enfermería?

Sí cada vez que escuchas la palabra "enfermera" piensas en esto:




...Esto:






O esto:





Este post es para ti.


Recuerdo que cuando era niña siempre decía que yo jamás sería enfermera. Veía con angustia como mi mamá apenas tenía tiempo para preparar la comida antes de irse a trabajar. Siempre estaba cansada o con prisa. Sobra decir que ella era enfermera. Ella trataba de compensar el tiempo que no estaba comprándonos regalos o llevándonos a lugares "de moda" cuando mi hermano y yo eramos pequeños. Supongo que de ahí derivaba mi rechazo hacia su trabajo, era mi enemigo, era lo que me separaba de mi madre. Sin embargo, bueno, uno crece y entiende muchas cosas. Ahora cuando regreso de trabajar y me siento cansada y no aguanto los pies pienso ¿Así se habrá sentido ella? ¿Cómo podría mi mamá llegar de trabajar y tener que ayudarnos a hacer la tarea, bañarnos, salir con nosotros, despertarse temprano para prepararnos el desayuno, ir a las juntas y festivales de la escuela etc si cuando yo regreso lo único que quiero es descansar un poco? Ahora la entiendo muy bien. Y pues si, al final me tragué todas esas palabras de cuando era niña, por que decidí que quería ser enfermera a partir de un deseo que venía de lo más profundo de mi ser, y que aun el día de hoy sigue vigente. Amo mi carrera y no la cambiaría por ninguna. Me fascina mi trabajo, enserio, no se cuantas personas hoy en día tengan el privilegio de decir esto tan genuinamente pero es que es una bendición tener el privilegio de coolaborar y dirigir la recuperación de un paciente y que encima, te paguen por ello. 
Desde siempre he tenido que soportar los comentarios de personas que seguramente desconocen el verdadero trabajo de una enfermera (o) y lo desmerecen diciendo por ahi que para lo único que servimos es para poner inyecciones y cambiar pañales. La enfermería es una ciencia, es  la ciencia del cuidado. Nosotros, los profesionales de la enfermería recibimos un entrenamiento de cuatro años mas uno de servicio social para cuidar al ser humano en todas las etapas de su vida, antes durante y después de la enfermedad y/o el nacimiento,  ya sea a nivel individual o colectivo. Aplicamos el método científico para discernir entre una u otra intervención, somos investigadoras, administradoras, coordinadoras, educadoras, cuidadoras, nos convertimos en madres cuando trabajamos con niños, en hijas amorosas cuando trabajamos con adultos mayores, en confidentes y consejeras cuando trabajamos con mujeres en edad reproductiva y embarazadas; en puentes entre el conocimiento ancestral y la medicina de occidente cuando trabajamos en zonas apartadas de las comunidades rurales conciliando ambos saberes en beneficio de nuestros pacientes por que nos hemos entrenado arduamente durante nuestra formación para ello. Eso es lo que hacemos. No se trata de cambiar un pañal, poner una sonda o un catéter. Enfermería es un proceso dialéctico en el que todos salimos ganando. Nosotros nos cargamos de energía y nos llenamos de satisfacción cuando sacamos adelante a un paciente y este logra su máxima recuperación acorde a su pronóstico, y el paciente se reintegra nuevamente a sus actividades sintiéndose sano fuerte y capaz.
Eso es nuestra carrera. Eso es la enfermería. 
Recuerdo que el día que le dije públicamente a mi familia lo que había escogido estudiar se me quedaron viendo con una cara de incomprensión que yo tampoco comprendí estando plagada esa sala de enfermeras (mis tías, mi mamá, mis primas, etc.). No faltó quien con buenas intenciones me dijera ¿Pero si te gusta eso no preferirías estudiar odontología, medicina o rehabilitación? Y desde ese momento supe a lo que me enfrentaría. Iba a estudiar una carrera que es por demás vista como la alternativa a quien no logró estudiar medicina o alguna de las otras carreras que ya mencioné. Y no me extrañó para nada llegar mi primer día de universidad y darme cuenta que el 70% de quienes estaban ahi lo hacían por que no pudieron entrar a Medicina. Y aunque esa no es una razón verdadera para estudiar enfermería, la mayoría supo aprovechar esa oportunidad que la vida les había dado y poco a poco se dejó enamorar por las mieles de esta carrera que por cierto, tiene un abanico de posibilidades para todos los gustos. Hay desde quien prefiere la comodidad de atender pacientes desde un consultorio (Enfermeras perinatales hospitalarias, enfermeras materno-infantiles, enfermeras de salud pública, enfermeras educadoras de diálisis, enfermeras que realizan curaciones avanzadas etc) hasta quien desea la adrenalina al tope con el traslado aéreo de pacientes en estado crítico, en ambulancias de alta tecnología o unidades de cuidados intensivos y urgencias tanto de adultos como  pediátricas  pasando por especialidades cómo oncología, pediatría, neurología, quirúrgica, cardiología, psiquiatría y salud mental, entre otras muchas especialidades y subespecialidades.
En cuanto al sueldo, ahi si hay una gran discordancia. Mucha gente piensa que por que eres enfermero ganas mucho dinero. Mentira. Para que ganes un sueldo suficiente para subsistir necesitas pertenecer a una institución que pertenezca al sector salud federal, en México estamos hablando del IMSS, ISSTE, SEDENA, y Secretaría de Salud.  Si trabajas en una clínica privada el salario se reduce en algunos casos hasta en un 70% , a diferencia de que si trabajas por cuenta propia ofreciendo tus servicios de enfermería en domicilios particulares en donde también se gana bien pero suele ser un poco monótono con el tiempo además de que no tienes ninguna prestación pero tiene la ventaja de que tu eres tu propio patrón y tu administras tus horarios. También hay enfermeros que trabajan en asilos, instituciones de salud mental, en consultorios particulares de médicos, como instrumentistas para cirujanos en el sector privado, como agentes de laboratorios, incluso si tienes facilidad para la electrónica y la mecánica hay compañías que se dedican al diseño y fabricación de aparatos electromédicos y a veces requieren de personal de enfermería durante la etapa del diseño de los mismos. 
Elegir a que quiere uno dedicarse en la vida no es una decisión facil, no tienes que saberlo desde siempre y tampoco tienes que hacerlo en un día o dos. Lo importante es tomar la decisión correcta con los argumentos correctos. Mucha suerte, y si decides entrarle al club, bienvenido.
Aquí les dejo un video que resuelve unas cuantas dudas de la comunidad NO SE QUE ESTUDIAR de Facebook.