Aún recuerdo, como hace algunos años, cuando recién inicie la licenciatura en enfermería las “Maestras” repetían una y otra vez que la enfermería es una profesión y que por lo tanto debíamos comportarnos como profesionales, supongo que es una manera de iniciar el cambio, pues lo que menos tenemos en nuestro estado, y en nuestro país son verdaderos profesionales de enfermería.
Para hablar de profesionales, primero debemos saber a qué me refiero con ser un profesional. La Nursing’s Social Policy Statement de la American Nurses Association identifica seis rasgos fundamentales de la enfermería profesional. Estas características son:
1. Creación de una relación humanitaria que potencie la salud y su recuperación.
2. Atención al abanico de experiencias y respuestas humanas a la salud y la enfermedad en el entorno físico-social.
3. Integración de datos objetivos con conocimientos adquiridos mediante el reconocimiento de la experiencia subjetiva de un paciente o un grupo.
4. Aplicación de datos científicos a los procesos diagnósticos y terapéuticos mediante la utilización de enjuiciamiento y pensamiento crítico.
5. Profundización de los conocimientos profesionales de enfermería por medio de la educación continuada.
6. Influencia en las políticas sociales y de salud pública a favor de la justicia social.
Seamos muy positivos y pensemos que los primeros tres puntos, la mayoría de los y las enfermeras los cumplen y por motivos personales me saltaré el punto cuatro para retomarlo después de esto:
¿Qué podemos decir de la “Educación continuada”? En nuestro estado, esto sigue siendo una utopía. Hace exactamente un año, Diana Bañuelos y yo fuimos edecanes para las jornadas académicas 2010 del colegio de profesionales de enfermería de Yucatán (CPEY), aquellas jornadas se llevaron a cabo en el auditorio “Florencia Nightingale” de la escuela a la que asisto actualmente, el cual está acondicionado para recibir entre 120-150 personas, y la audiencia no llenaba ni la cuarta parte de la capacidad del auditorio, no sé el número exacto de enfermeras y enfermeros de Yucatán debido a que la pagina del INEGI no lo proporciona sacando cuentas rápidas al menos en el Hospital general regional número 12, deben haber al menos como 100 enfermeras y enfermeros por turno (Estoy siendo muy optimista, porque hay más) pero los cientos de “profesionales de enfermería” y los cientos de alumnos de la licenciatura de enfermería del estado fueron representados únicamente con 25 o 30 participantes de este congreso, pero eso no fue lo más decepcionante, pues este año, tuve el privilegio de asistir a las jornadas de académicas 2011 del CPEY, esta vez se llevaron a cabo en uno de los auditorios del centro cultural universitario de la UADY, y la audiencia aunque era mayor a la del año pasado, seguía siendo escasa y en proporción éramos más estudiantes que profesionales colegiados y no colegiados.
Ahora, sabiendo esto podemos retomar el punto que salté: Aplicación de datos científicos a los procesos diagnósticos y terapéuticos mediante la utilización de enjuiciamiento y pensamiento crítico. ¿Cómo alguien que se graduó hace más de 10 o 5 años podría aplicar este conocimiento sino se actualiza constantemente? Hace un año y medio, cuando aún no se utilizaban los planes de cuidado estandarizados (PLACES) una jefa de enfermeras, de un servicio (el cual no especificaré) nos pidió a un compañero y a mí que revisáramos si su proceso de enfermería estaba bien hecho, para nuestra sorpresa, nosotros sabíamos más sobre el tema que la jefa de enfermeras. Entonces si ni siquiera estaban relacionadas con el proceso de atención de enfermería ¿cómo podemos pedir que el día de hoy apliquen este conocimiento a los “cuidados generales de enfermería”? Si es que saben que es lo que deben hacer cuando se presenta alguna situación en especifico, es porque llevan años trabajando en el hospital y de manera empírica y como robots programados, saben qué hacer, pero muchas no saben el por qué. Una persona significante en mi vida, una vez me dijo: “Para inyectar, canalizar y poner un cómodo puedo tomar a alguien de la calle y enseñarle a hacerlo, pero la diferencia entre él y tu, es que tú sabes el porqué y para que de cada una de esas actividades, sino fuera así, no tendría caso que estudiaras la licenciatura”
Teniendo en cuenta esta situación, el camino hacia la profesionalización se ve cada vez más largo, angosto y lleno de obstáculos, obstáculos que solamente nosotros podemos enfrentar, y ¿cómo lo haremos? Cambiandoesta situación precaria en la que vive nuestra profesión, actualizándonos, leyendo más, aplicando el proceso enfermero como sabemos que debe aplicarse. Pero bueno, ese es sólo mi punto de vista. Tu ¿Qué quieres ser? ¿Un profesional de enfermería o un robot programado?