En Alicia en el país de las maravillas, el sombrerero loco era un reflejo feroz de las enfermedades laborales. El término sombrerero loco data del siglo XIX, cuando los fabricantes de sombreros sufrieron los efectos del envenenamiento por mercurio debido a la exposición a las sales de mercurio durante el proceso de producción.
Es indudable que todo empleo representa un riesgo. Hasta el escritor puede cortarse el dedo con el filo de una hoja. Sin embargo, existen hoy en día condiciones laborales que asemejan un escenario europeo en aquel siglo XIX en la incipiente revolución industrial donde era más importante para el patrón proteger la máquina antes que la integridad física de su trabajador.
Sabemos que en el régimen neoliberal que nos han impuesto los derechos del trabajador son los que salen perdiendo, lo cual nos conduce a inevitables situaciones de extrema pobreza en donde las enfermedades son el reflejo del modo precario de vida de millones de personas alrededor del mundo, tales como la anemia, la desnutrición, etc. Sin embargo, aun dentro de los centros de trabajo encontramos infinidad de riesgos para la salud de los trabajadores, para lo cual existe una reglamentación realizada por
Sobra decir que es letra muerta para las compañías transnacionales que se asientan en comunidades como la nuestra y sus alrededores. Actualmente Yucatán es un estado importante para las maquiladoras extranjeras dentro de nuestro país, en dónde la gente trabaja mucho por pocos pesos en las peores condiciones laborales.
Las enfermedades ambientales son enfermedades causadas por la exposición a ciertos agentes ambientales. El término enfermedad ambiental designa las enfermedades no infecciosas y las producidas por la exposición a agentes que escapan al control del individuo. Las enfermedades laborales relacionadas con la exposición a diversos agentes en el entorno laboral constituyen una categoría importante dentro de las enfermedades ambientales.
Desde un punto de vista histórico, la concepción del término enfermedad ambiental empezó con el reconocimiento de las enfermedades ocupacionales, ya que es en el medio laboral donde la exposición a ciertos agentes suele ser más intensa y por tanto, más susceptible de producir enfermedades. Algunos ejemplos de esta circunstancia son la silicosis, enfermedad pulmonar que afecta a los mineros, trabajadores de la industria y alfareros por la exposición al polvo de sílice; el cáncer de escroto en los deshollinadores, en relación con el hollín; alteraciones neurológicas en los alfareros por el uso de productos con base de plomo o alteraciones óseas en los trabajadores de la industria de cerillas por la exposición al fósforo. Muchos de estos procesos captaron la atención general durante
Antes de 1900 eran muchos los empresarios a los que no les preocupaba demasiado la seguridad de los obreros. Sólo empezaron a prestar atención al tema con la aprobación de las leyes de compensación a los trabajadores por parte de los gobiernos, entre 1908 y 1948: hacer más seguro el entorno del trabajo resultaba más barato que pagar compensaciones.
Enfermedades y accidentes laborales. Riesgos en el trabajo.
La industrialización ha supuesto un aumento espectacular en la exposición a agentes químicos, algunos de ellos nuevos. Entre éstos destacan productos inorgánicos como el plomo, mercurio, arsenio, cadmio y asbesto, o productos orgánicos como los bifenilos policlorados (PCB), el cloruro de vinilo, o el pesticida DDT (diclorodifeniltricloroetano). Una peculiaridad de alguno de estos agentes es la capacidad de facilitar el desarrollo de un cáncer, como el cáncer de pulmón y el cáncer de hígado por cloruro de vinilo, así como las leucemias relacionadas con la exposición al benceno
Los traumatismos ocurridos en el lugar de trabajo se pueden prevenir en la mayoría de los casos; el ruido en el medio laboral es una de las principales causas de incapacidad ocupacional ya que puede provocar desde una pérdida de audición hasta una sordera permanente.
Las lesiones laborales pueden deberse a diversas causas externas: químicas, biológicas o físicas, entre otras.
Los riesgos químicos pueden surgir por la presencia en el entorno de trabajo de gases, vapores o polvos tóxicos o irritantes. La eliminación de este riesgo exige el uso de materiales alternativos menos tóxicos, las mejoras de la ventilación, el control de las filtraciones o el uso de prendas protectoras.
Los riesgos biológicos surgen por bacterias o virus transmitidos por animales o equipo en malas condiciones de limpieza, y suelen aparecer fundamentalmente en la industria del procesado de alimentos. Para limitar o eliminar esos riesgos es necesario eliminar la fuente de la contaminación o, en caso de que no sea posible, utilizar prendas protectoras.
Entre los riesgos físicos comunes están el calor, las quemaduras, el ruido, la vibración, los cambios bruscos de presión, la radiación y las descargas eléctricas. Los ingenieros de seguridad industrial intentan eliminar los riesgos en su origen o reducir su intensidad; cuando esto es imposible, los trabajadores deben usar equipos protectores. Según el riesgo, el equipo puede consistir en gafas o lentes de seguridad, tapones o protectores para los oídos, mascarillas, trajes, botas, guantes y cascos protectores contra el calor o la radiación. Para que sea eficaz, este equipo protector debe ser adecuado y mantenerse en buenas condiciones.
Si las exigencias físicas, psicológicas o ambientales a las que están sometidos los trabajadores exceden sus capacidades, surgen riesgos ergonómicos. Este tipo de contingencias ocurre con mayor frecuencia al manejar material, cuando los trabajadores deben levantar o transportar cargas pesadas. Las malas posturas en el trabajo o el diseño inadecuado del lugar de trabajo provocan frecuentemente contracturas musculares, esguinces, fracturas, rozaduras y dolor de espalda. Este tipo de lesiones representa el 25% de todas las lesiones de trabajo, y para controlarlas hay que diseñar las tareas de forma que los trabajadores puedan llevarlas a cabo sin realizar un esfuerzo excesivo.
Incidencia
Las lesiones cutáneas son muy frecuentes en el medio laboral y se deben a múltiples causas; las enfermedades pulmonares se relacionan con la inhalación de distintas partículas, como el polvo de carbón (pulmón negro), polvo de algodón (pulmón pardo), fibras de asbesto (asbestosis) o polvo de sílice (silicosis). Los agentes ambientales son capaces de producir cambios biológicos en el individuo sin que existan manifestaciones clínicas: es el caso de las alteraciones cromosómicas debidas a la radiación a la que se someten por ejemplo, los técnicos radiólogos. En esta situación el sujeto no es consciente del daño causado.
El control de las actividades ambientales y laborales en distintos países está coordinado a través de
Los males renales son muy comunes en trabajadores de maquila, aquellos que vigilan una producción en serie y que no pueden ir al baño en el momento en el que lo deseen aunque esta sea una necesidad primigenia, trabajadores que pasan 12 horas parados todas las noches deshilando cargan al paso del tiempo con problemas ortopédicos, reumáticos y defectos en la vista irreversibles. Es gente que tal vez no vemos pero que nos hace posible una vida cómoda y sin tantos problemas, y que requiere de una atención especial a sus necesidades de salud que no son como las de cualquiera, si no que están regidas por la conveniencia de un patrón al que únicamente le interesa no bajar su productividad.
Si
[1] Es el excedente de población en condiciones de desempleo, que funciona como regulador de los salarios. Este se forma ya sea cuando las máquinas minimizan la cantidad de obreros necesarios para la producción o cuando existe ya de por si un exceso en la población desempleada, creando así una creciente reserva de trabajadores desempleados.
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